Los espacios abiertos al público necesitan presentar unas condiciones óptimas de higiene y limpieza. Sin embargo, además del mantenimiento regular, también hay que tener en cuenta la estética. Para resaltar la belleza y prolongar la vida útil de las superficies, se utiliza el pulido y abrillantado de pavimentos. Pero aunque a menudo se utilizan indistintamente, se trata de dos procedimientos con sus propias características y beneficios. En este artículo, trataremos cuáles son sus diferencias, cómo se llevan a cabo y cuándo se debe apostar por ellos.
Pulido y abrillantado de pavimentos
Para quienes no cuentan con conocimientos especializados en esta materia, el pulido y abrillantado de pavimentos pueden parecer dos conceptos idénticos, pero cada uno tiene sus propias particularidades y objetivos.
Aunque entraremos en más detalles a continuación, el pulido se centra en eliminar irregularidades, mientras que el abrillantado es un proceso que se realiza después para resaltar la belleza de los suelos. Ambos procesos comparten la finalidad de mejorar la apariencia estética de los pavimentos, pero sus métodos y resultados difieren. Para poder elegir la técnica adecuada en función de las necesidades específicas que se tengan, es esencial comprender la diferencia entre ambos procedimientos.
En el entorno empresarial, el aspecto visual desempeña un papel importante, puesto que será lo que perciban los clientes y empleados y puede condicionar la opinión que tienen de la empresa. El pulido y abrillantado de pavimentos no solo aporta elegancia y profesionalidad, sino que también reflejan un compromiso con la limpieza y el cuidado del espacio.
¿Qué es el pulido y cómo se lleva a cabo?
El pulido de pavimentos es un proceso que implica la eliminación de capas superficiales del pavimento para obtener una superficie más suave y uniforme. Por lo tanto, su finalidad es eliminar las irregularidades que haya y las asperezas de la superficie, para dar un acabado más liso.
Este procedimiento se realiza mediante el uso de máquinas pulidoras que van equipadas con abrasivos específicos para cada tipo de suelo. El proceso de pulido no solo mejora la estética del pavimento, sino que también permite incrementar su durabilidad al eliminar imperfecciones que podrían provocar un desgaste prematuro.
El pulido se lleva a cabo en varias etapas. En primer lugar, se prepara la superficie y se seleccionan los abrasivos adecuados. Después, se realiza el pulido en sí mismo, y una vez finalizado, se aplican selladores protectores para mantener la integridad de la superficie en el largo plazo.
¿Qué es el abrillantado y cómo se realiza?
Al contrario que en el pulido, el abrillantado se centra en realzar el brillo y la luminosidad de la superficie del pavimento. Para llevar a cabo este proceso, se emplean máquinas abrillantadoras. Con ellas, se aplican productos químicos específicos que permiten resaltar los acabados del suelo y darle un aspecto reluciente, como si se acabara de instalar. El abrillantado es especialmente efectivo en superficies de mármol y terrazo.
En cuanto al procedimiento en sí, que es rápido y eficaz, el abrillantado implica la aplicación de productos abrillantadores que no solo mejoran la apariencia estética, sino que también proporcionan una capa protectora contra las manchas y el desgaste.
¿Cuándo apostar por el pulido y abrillantado de pavimentos?
La decisión de apostar por el pulido y abrillantado de pavimentos dependerá de varios factores. En primer lugar, es necesario realizar una valoración previa del estado en que se encuentran los suelos. Además de la cuestión estética, también se debe tener en mente la finalidad para la que se utilizan. Es decir, si es una zona de recepción de clientes o si, por el contrario, es un espacio de menor uso y visibilidad. El tráfico y el uso diario del espacio también influyen en la frecuencia con la que se deben realizar estos tratamientos.
En el caso de que se desee mejorar el estado del suelo para reducir el desgaste excesivo y progresivo por el uso, se optará por el pulido. Con este proceso, se mantendrá en mejores condiciones y se alargará la vida útil. Cuando lo que se busca es realzar el brillo perdido del suelo y mantener una imagen profesional cuidada, se procederá con el pulido y el abrillantado de pavimentos.
