¿Cómo condiciona la suciedad del lugar de trabajo a tus empleados?

La limpieza en el lugar de trabajo tiene la misma importancia que le damos en el interior de nuestras viviendas. Se trata de una cuestión de higiene, pero también de bienestar a la hora de usar estos espacios. En este artículo, veremos cómo la suciedad afecta a los empleados. 

La relación entre la limpieza en el lugar de trabajo y la productividad

Para comprender cómo repercute en el desempeño de las tareas el estado en el que se encuentra una estancia, podemos imaginarnos a la cocina de un restaurante. Si los alimentos no están bien clasificados y almacenados y las superficies de trabajo están siempre sucias, tenemos dos problemas diferentes. 
El primero es que se dificulta la rapidez al buscar productos y este retraso afecta también al cliente que debe esperar más. En segundo lugar, la falta de higiene puede conducir a contaminaciones cruzadas, que afecta a la salud. Por tanto, insatisfacción del cliente, mayor estrés para el personal, reducción de la productividad y problemas de higiene. 
Ya se trate de una cocina, una nave industrial o una oficina, la limpieza en el lugar de trabajo tiene un impacto directo en el desarrollo de todas las tareas. Pero además de lo mencionado, hay que sumar la insatisfacción que también general en la plantilla de empleados. 
Estos ven como no se tiene en cuenta su bienestar y deben trabajar es un espacio que resulta incómodo o incluso desagradable. Sin embargo, la solución es muy simple, y pasa por la contratación de profesionales de la limpieza que sepan abordar las necesidades de cada sector y empresa en particular. 

Consejos para incrementar la limpieza en el lugar de trabajo

Para aumentar la limpieza en el lugar de trabajo, se pueden seguir los consejos que dejamos a continuación. Una vez que se ha creado un hábito o una metodología, resulta más sencillo mantener la higiene. 

Crear una rutina de limpieza en el entorno laboral 

Para que el ambiente se mantenga saludable y productivo para los empleados, hay que implementar un programa regular que cubra las diferentes áreas del espacio de trabajo y que se adecúe a las necesidades específicas que se puedan tener. 
Por ejemplo, todas las zonas comunes, como los escritorios o la zona de cafetería, se deben limpiar con regularidad, como tres veces en semana. Son uno de los focos principales para la acumulación de gérmenes. De este modo, no solo se mantiene el mobiliario limpio, sino también ordenado. 
Otras áreas que también necesitan especial atención son los baños y la cocina. Estos espacios suelen acumular bacterias que pueden causar infecciones y suponen un riesgo para la salud. Por tanto, la limpieza debe ser diaria. Y una vez a la semana se puede hacer una exhaustiva que asegure que estos lugares se mantienen en óptimas condiciones de higiene.
Para las áreas menos accesibles, se recomienda llevar a cabo limpiezas mensuales, como espacios de almacenamiento y rincones poco frecuentados. Estas zonas también pueden acumular suciedad y polvo con el tiempo, por lo que es importante no descuidar su limpieza regular.

Usar productos específicos

Para que los resultados sean esperados en la limpieza del lugar de trabajo, hay que usar siempre los productos adecuados. Estos deben ser, además, de calidad. En función del tipo de superficie a tratar y de su finalidad, así como del tipo de gérmenes y bacterias, los componentes variarán. 
Por otra parte, hay que tener en cuenta las necesidades específicas de algunos sectores, como el de la salud o los que trabajan con sustancias tóxicas o inflamables. Conocer las normativas y los peligros asociados es imprescindible para poder realizar este trabajo correctamente. 

Responsabilidad de los propios empleados

Limpiar con una mayor frecuencia no es lo que garantiza un mejor estado de la limpieza del lugar de trabajo, sino cuánto se ensucia. Si se trata de profesiones en las que es inevitable manchar o generar desperdicios, solo se puede hacer hincapié en el orden. 
Sin embargo, cuando se trata de oficinas o entornos similares, el cuidado que tengan los empleados es lo que marca la diferencia. Se debe inculcar una actitud de responsabilidad que implique recoger después de usar la cocina o usar y gestionar correctamente la basura. 

Contratar un servicio profesional de limpieza 

Estos profesionales, como Ibérica Servicios Integrales, están capacitados para realizar este tipo de trabajos y cuentan con equipos y productos de limpieza especializados que pueden no estar disponibles para el público en general. Externalizar la limpieza supone mantener un estándar y permite a los empleados centrarse en sus responsabilidades laborales sin distracciones.
Para obtener un presupuesto detallado y específico para su empresa, contacte directamente con Ibérica Servicios Integrales
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