Cristalizador para suelos: cómo y cuándo utilizarlo

Los pavimentos son uno de los principales objetivos de un servicio de limpieza profesional, ya que son focos de suciedad y potenciales riesgos para la salud. Pero, además de limpios, es importante mantenerlos en perfecto estado por razones de funcionalidad y estéticas. El cristalizador para suelos se convierte en una pieza clave para esa protección y embellecimiento en determinados casos. Eso sí, hay que saber sobre qué materiales aplicarlo y cómo hacerlo.

Para qué sirve el cristalizador para suelos

En edificios de uso público, empresas, comercios e industrias es esencial la elección de un pavimento duradero, resistente y de fácil mantenimiento. Lo que se busca es garantizar la máxima higiene y, además, que no se deteriore en zonas de mucho tránsito de personas y objetos. En este contexto, es fácil entender por qué el mármol, el terrazo y el hormigón son los más utilizados en estas instalaciones.

Se trata, en todos los casos, de materiales porosos, una característica que puede hacer que acaben perdiendo su color, presenten rayaduras o sufran por efecto de la humedad. La medida más eficaz para evitarlo consiste en aplicar un cristalizador para suelos periódicamente. Este producto genera una reacción química con el carbonato cálcico que forma parte de la composición de estos suelos, creando una capa de cristales que proporcionan protección y mejoran el brillo y textura.

Como se puede deducir, el cristalizado de suelos es un proceso muy específico y concreto, que se tiene que realizar con productos y maquinaria especiales. No se debe confundir con el típico abrillantado de suelos, una técnica más enfocada a la limpieza superficial y que no proporciona unos resultados tan duraderos.

Cómo es el proceso de cristalización de un suelo

Es importante recordar que el cristalizador para suelos solo funciona si el material del pavimento contiene carbonato cálcico. Es decir, solo es aplicable en terrazo, hormigón, granito o mármol. Este detalle es conocido por los profesionales de una empresa de limpieza, que analizarán las circunstancias de cada instalación antes de ofrecer una planificación de los servicios de limpieza que se recomiendan en ese caso.

Aunque anteriormente hemos definido la cristalización como un procedimiento más preciso que el típico abrillantado, eso no significa que no sea rápido. La clave, como siempre, dejarlo en manos de expertos que saben los productos y técnicas que utilizar. De forma genérica, esta es la manera en la que se aplica un cristalizador para suelos.

1. Limpieza previa

Para conseguir que el cristalizador para suelos obtenga el resultado esperado, se debe eliminar en profundidad la suciedad de ese pavimento. Esta limpieza debe incluir las manchas y rayones. Tras aspirar para quitar polvo y restos similares, se procede a una limpieza en húmedo, con una solución jabonosa neutra que, también, sea efectiva contra la grasa. Imprescindible, por supuesto, que se seque la superficie perfectamente antes de aplicar el producto.

2. Aplicación del cristalizador para suelos

El cristalizador se presenta, generalmente, en formato líquido. Será cada fabricante el que indique las proporciones y cantidades recomendadas de su producto. Lo que siempre es común es la forma de aplicarlo, directamente sobre el suelo, para inmediatamente proceder a pasar una máquina rotativa con discos de lana de acero. De esta forma, la reacción de cristalización se extiende de manera uniforme y homogénea por toda la superficie del suelo.

Hay que trabajar con orden, asegurándose de cubrir cada metro cuadrado, pero sin volver a repetir por una zona ya cristalizada. El operario se ocupará de no forzar ni calentar la máquina, evitando ejercer más presión de la recomendada o recargar con peso la misma. Por supuesto, es esencial que la elección de los discos sea la más apropiada para cada suelo, ya que existen distintos grosores y durezas de la lana de acero.

3. Finalización del proceso

Una vez producida la cristalización, hay que retirar los restos de la lana de acero, virutas o restos del cristalizador para suelos mediante el aspirado o una mopa seca. Pero, cuidado, esta limpieza no se puede hacer hasta que el cristalizado haya acabado, lo que implica esperar unas horas, dependiendo de las indicaciones de la marca.

La aplicación del cristalizador para suelos en los pavimentos y circunstancias adecuados forma parte de los servicios que ofrecemos en Alianza Ibérica Servicios Integrales. Nuestros equipos de profesionales disponen de cualificación y experiencia específica en esta materia.

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